El Niño que arregló el Mundo
Un científico vivía preocupado con los problemas del mundo y estaba resuelto a encontrar medios para disminuirlos. Pasaba días encerrado en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas.
Cierto día, su hijo de tres años, invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar.
El científico, nervioso por la interrupción, intento hacer que el hijo fuera a jugar a otro sitio. Viendo que seria imposible sacarlo de allí, el padre procuro algo para darle al hijo, con el objetivo de distraer su atención.
De repente tomo un mapa del mundo que encontro en una revista, y con una tijera recorto el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta adhesiva, lo entrego al hijo diciendo: "¿A ti te gustan los rompecabezas? Entonces voy a darte el mundo para arreglar. Aquí esta el mundo todo roto. Mira si puedes arreglarlo bien. Hazlo todo solo."
Calculo que al niño le llevaría días para recomponer el mapa. Algunas horas después, oyó la voz del hijo que le llamaba calmamente: "Padre, padre, ya he hecho todo, conseguí terminarlo todo"
Al principio el padre no dio crédito a las palabras del hijo. Seria imposible a su edad haber conseguido recomponer un mapa que jamás había visto. Entonces, el científico levanto los ojos de sus anotaciones, seguro que vería un trabajo digno de un niño.
Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus sitios. ¿Como seria posible? ¿Como había sido capaz? "Tu no sabias como era el mundo hijo mío, ¿Como lo conseguiste?...
Padre, yo no sabia como era el mundo pero cuando tu quitaste el papel de la revista para recortar, yo vi que del otro lado había la figura de un hombre.
Cuando tu me diste el mundo para arreglarlo, yo intente pero no lo conseguí. Fue entonces que me acorde del hombre, di vuelta a los recortes y empecé a arreglar el hombre que yo sabia como era.
"Cuando conseguí arreglar el hombre, di la vuelta a la hoja y encontré que había arreglado el mundo..."