viernes, 4 de julio de 2008

LOS MALES DE LA COMPETENCIA

Donn Draeger sobre los males de la competencia
Al parecer, la mayoría de los lectores no tienen amor por la competencia. Por lo tanto, este debe ser un punto de vista de Donn Draeger. Leyendo todo el articulo, vemos que es recomendable. Sus comentarios podrían abordar cualquier arte que compite.
Judo, como un budo clásico, o "camino marcial" de Japón, fue destinado por su fundador, Jigoro Kano, para ser menos marcial y ser más bien un vehículo para el desarrollo espiritual y físico. Por perseverancia, con independencia de los logros superficiales (rango, concurso, éxitos, el prestigio, etc.), cada judoca puede darse cuenta de la mejora de lo físico y mental, y puede ser preparado por lo tanto, para hacer una mejor aplicación de las energias y su estado fisico y mental, en su vida diaria.
No nos equivoquemos, al día de hoy el Judo no es el producto original de Kano, no un espejo-imagen de su pensamiento, y es por demás diverso.
Por un lado, el sistema de formación de Judo, en boga en nuestra sociedad moderna, es en realidad un sistema cruel en la medida en que gratuitamente se reconoce la inexorable disminución de un judoca física y mentalmente de las facultades si no compite, cada uno de nosotros debe inevitablemente hacerlo. Actualmente, la formación de Judo se manifiesta en esta crueldad de insistir en que, independientemente de su edad u otras limitaciones corporales, la prueba de los judocas es en el concurso. El judoca que asciende en rango, una vez establecido como un yudansha es con más frecuencia obligado a pagar físicamente contra los opositores mucho más jovenes; opositores a los que se espera derrotar si es para ganar el adelanto del rango o si se utilizan para continuar con su popularidad a través de la ruta del respeto a los demás judocas.
La formacion en Judo, por lo tanto, lo que requiere es mantener el ritmo competitivo y se opone a nuestra concepción tradicional, tangencialmente a la que el fundador destinó al Judo del Kodokan. Kano acepta la realidad de dos tipos de Judo, uno de una entidad con total acuerdo con la naturaleza y la otra, sustancialmente opuesta a ella.
Kano define estos dos tipos de Judo como en un "alto sentido" (jodan Judo), y Judo en un nivel de "bajo sentido" (godan Judo). Con sus definiciones, también advirtió que este último tipo es más entretenido, porque es menos preciso, claro a la mente mediocre como más de un "juego" y contiene, por lo tanto, menos valores disciplinarios. Si bien sus implicaciones técnicas son muy similares a las adoptadas para el "alto sentido" de Judo, el punto final de un "bajo sentido" de Judo es un camino corto para casi nada y no condice para el fin que fue creado.