miércoles, 20 de agosto de 2008

“No dejaría de estudiar........."



Paula Pareto volvió al país
“No dejaría de estudiar para dedicarme al judo”
La judoca que representa a Estudiantes y que en Beijing obtuvo una medalla de bronce para el país, regresó a la Argentina. “Esto es mucho más de lo que esperaba”, dijo la jovencita de 1,50 mts de altura y 48 kgs de peso.
Por Martín Cruz Cabrera
No fue como la recepción que tuvo el plantel argentino de fútbol luego de México 86, tampoco los arribos de Boca luego de ganar sus copas de América y del Mundo, pero casi, casi... Ayer por la mañana la judoca Paula Pareto, la medalla de bronce argentina (hasta su arribo la única del país), puso sus pies en Ezeiza y decenas de amigos, curiosos y periodistas fueron a recibirla. Entre los presentes estuvieron sus compañeros de Estudiantes, que no dudaron en llevar remeras y banderas. “Le agradezco mucho al club, porque me dio un empujón importante para que yo pudiera lograr esto”, dijo luego de los besos y abrazos. Ni bien arribó al sector del aeropuerto de Ezeiza acondicionado para darle la “bienvenida a los atletas olímpicos”, tal cual se lee en una de las paredes, Pareto se unió en un abrazo con su madre, Mirta. Y explotó en un llanto que emocionó a todos. “Esto es mucho más de lo que esperaba. Imagínense que antes de viajar pensaba en dedicarle más tiempo al estudio que al judo, pero ahora no sé qué va a pasar”, dijo la joven, que vive en San Fernando, estudia Medicina en la UBA y viaja dos veces por semana hasta La Plata para poder entrenarse en Estudiantes. “Eso sí, no pienso dejar de estudiar. Nunca se me cruzó dedicarme sólo al judo. No creo que sea bueno para nadie dedicarse solamente a una actividad”, agregó la jovencita que ahora espera el apoyo de la secretaría de Deportes. La última sensación que Pareto compartió con los periodistas fue la que vivió en la Villa, donde compartió muchos momentos con otros deportistas, “como los chicos del básquetbol. Fue algo fabuloso”, remató. “Le pedí a Dios que los jueces no se equivocaran” Durante su conferencia de prensa en Ezeiza, Paula Pareto habló de la pelea que le significó la medalla de bronce en Beijing, inesperada para el mundo deportivo argentino, pero para ella también. “A veces los malos fallos te hacen perder una medalla y eso era lo que más temía”, confesó casi con inocencia la judoca. “Por eso les pedí a Dios y a los jueces que no se equivocaran, ya que estaba ante el momento más importante de mi carrera”, amplió Paula, de 1,50 metros y 48 kilogramos de peso. Pareto indicó que cuando vio que los árbitros la señalaban, al cabo de la pelea decisiva en la que obtuvo el bronce, tuvo “la impresión de que había ganado”. “Claro que en principio el juez no me estaba dando el triunfo. Pero después cambió el fallo y me dio ganadora”, contó. “Esta fue la alegría más grande que viví, es obvio que lo diga. No sé si alguna vez tendré otra igual”, apuntó.