Por: Tara Parker-Pope- The New York Times
Según los especialistas practicar un solo deporte no sería lo más saludable para los chicos.
Somete a ciertos grupos musculares y articulaciones a un estrés reiterado y excesivo.
Como sucede cada cuatro años después de los Juegos Olímpicos, los gimnasios se llenan de chicas con mallas coloridas. Pero mientras ellas sueñan con convertirse en las próximas Shawn Johnson o Nastia Liukin, los padres comienzan a sumar preocupaciones.
Sin embargo, esas preocupaciones no se limitan a la gimnasia. Mientras los pediatras aconsejan que los chicos hagan más ejercicio, existe cada vez más preocupación sobre los efectos que tiene sobre el organismo practicar un único deporte, ya sea béisbol, fútbol o patinaje sobre hielo.
Los huesos en desarrollo no pueden soportar el mismo nivel de estrés que los huesos maduros. Cuando un chico se especializa en un deporte a corta edad, ciertas partes del cuerpo, como el brazo de un bateador de las ligas infantiles o la columna vertebral de una gimnasta, deben soportar el estrés reiterado y el uso excesivo.
Entre los jugadores de fútbol se registró un alarmante aumento de las lesiones en el ligamento anterior cruzado, que estabiliza la articulación de la rodilla. Esto genera mucha preocupación porque la reparación exige taladrar una zona de tejido en desarrollo en el extremo del hueso de la pierna.
Muchas gimnastas y su entrenadores expresan sus temores sobre la sobreestimación del deporte. "Muy pocas atletas logran un alto nivel después de «machacarse» el cuerpo durante 6 o 7 horas diarias", dijo Shannon Miller, una medallista olímpica que comenzó la práctica deportiva a los 5 años y compitió en 1992, a los 15, y en 1996. "La gimnasia es una gran actividad para los chicos porque les ofrece mucho más que participar en una olimpíada", agregó.
Pero en los últimos meses la revista Pediatrics publicó un estudio sobre las lesiones producidas durante la práctica de la gimnasia y atendidas en las guardias de los hospitales norteamericanos durante 16 años.
En promedio, cada año las guardias recibieron unas 26.600 lesiones producidas durante la práctica deportiva, lo que representa una tasa de 5 lesiones por cada 1000 deportistas. Sólo un 3% de los pacientes fue hospitalizado, pero la mayoría de las lesiones fue de consideración: casi la mitad fueron distensiones o torceduras, mientras que un tercio fueron fracturas o dislocaciones. La mayoría ocurrió en los hombros, los brazos y las muñecas, pero un preocupante 13 por ciento afectó la cabeza y el cuello.
El equipo de la Universidad del Estado de Ohio, que realizó el trabajo, concluyó que las gimnastas registraban las tasas más altas de lesiones entre los deportes femeninos. La autora principal del estudio e investigadora principal del Centro para el Estudio de las Lesiones del Hospital de Niños de Columbus, Lara McKenzie, aconsejó a los padres buscar un programa deportivo reconocido y seguro. Los chicos no deben practicar un deporte sin supervisión especializada.
"No queremos que abandonen el deporte -dijo McKenzie-. Algunas de esas lesiones ocurren cuando los chicos practican en casa o sin supervisión del entrenador. Sabemos que cuando lo hacen en el hogar no cuentan con las colchonetas ni el espacio necesarios."
Para el presidente de USA Gymnastics, la agencia gubernamental que regula la práctica del deporte, el estudio no refleja con precisión lo que ocurre cuando se practica gimnasia deportiva en un entorno organizado, ya que incluye lesiones ocurridas en las escuelas y accidentes acaecidos en el patio trasero de la casa. "La mayoría de las personas ven la gimnasia deportiva como un deporte muy saludable para las chicas", dijo Steve Penny.
En el California Sports Center, en San José, las inscripciones aumentaron en agosto un 33 por ciento. Su dueño, Dave Peterson, recomendó que los padres busquen programas que ayuden a sus hijos a desarrollar habilidades para competir hasta llegar a la universidad, si así lo desean. Cuando adquieren un nivel competitivo, agregó, deberían entrenar dos o tres horas tres veces por semana. Con el tiempo, la práctica aumentará a unas 21 horas semanales.
Ante la falta de datos sólidos sobre la mejor edad para iniciar la práctica deportiva de competencia, la solución es alentar a los jóvenes a probar más de un deporte. Un estudio publicado en Pediatrics en 2007 mostró que los chicos que hacían varios deportes sufrían menos lesiones y prolongaban la práctica deportiva más que los que hacían un solo deporte desde antes de la pubertad. Para quienes quieren especializarse en un deporte, los médicos recomiendan interrumpir la práctica 1 o 2 veces por semana, o cada 2 o 3 meses para hacer otra actividad y entrenar otros grupos musculares.
Según los especialistas practicar un solo deporte no sería lo más saludable para los chicos.
Somete a ciertos grupos musculares y articulaciones a un estrés reiterado y excesivo.
Como sucede cada cuatro años después de los Juegos Olímpicos, los gimnasios se llenan de chicas con mallas coloridas. Pero mientras ellas sueñan con convertirse en las próximas Shawn Johnson o Nastia Liukin, los padres comienzan a sumar preocupaciones.
Sin embargo, esas preocupaciones no se limitan a la gimnasia. Mientras los pediatras aconsejan que los chicos hagan más ejercicio, existe cada vez más preocupación sobre los efectos que tiene sobre el organismo practicar un único deporte, ya sea béisbol, fútbol o patinaje sobre hielo.
Los huesos en desarrollo no pueden soportar el mismo nivel de estrés que los huesos maduros. Cuando un chico se especializa en un deporte a corta edad, ciertas partes del cuerpo, como el brazo de un bateador de las ligas infantiles o la columna vertebral de una gimnasta, deben soportar el estrés reiterado y el uso excesivo.
Entre los jugadores de fútbol se registró un alarmante aumento de las lesiones en el ligamento anterior cruzado, que estabiliza la articulación de la rodilla. Esto genera mucha preocupación porque la reparación exige taladrar una zona de tejido en desarrollo en el extremo del hueso de la pierna.
Muchas gimnastas y su entrenadores expresan sus temores sobre la sobreestimación del deporte. "Muy pocas atletas logran un alto nivel después de «machacarse» el cuerpo durante 6 o 7 horas diarias", dijo Shannon Miller, una medallista olímpica que comenzó la práctica deportiva a los 5 años y compitió en 1992, a los 15, y en 1996. "La gimnasia es una gran actividad para los chicos porque les ofrece mucho más que participar en una olimpíada", agregó.
Pero en los últimos meses la revista Pediatrics publicó un estudio sobre las lesiones producidas durante la práctica de la gimnasia y atendidas en las guardias de los hospitales norteamericanos durante 16 años.
En promedio, cada año las guardias recibieron unas 26.600 lesiones producidas durante la práctica deportiva, lo que representa una tasa de 5 lesiones por cada 1000 deportistas. Sólo un 3% de los pacientes fue hospitalizado, pero la mayoría de las lesiones fue de consideración: casi la mitad fueron distensiones o torceduras, mientras que un tercio fueron fracturas o dislocaciones. La mayoría ocurrió en los hombros, los brazos y las muñecas, pero un preocupante 13 por ciento afectó la cabeza y el cuello.
El equipo de la Universidad del Estado de Ohio, que realizó el trabajo, concluyó que las gimnastas registraban las tasas más altas de lesiones entre los deportes femeninos. La autora principal del estudio e investigadora principal del Centro para el Estudio de las Lesiones del Hospital de Niños de Columbus, Lara McKenzie, aconsejó a los padres buscar un programa deportivo reconocido y seguro. Los chicos no deben practicar un deporte sin supervisión especializada.
"No queremos que abandonen el deporte -dijo McKenzie-. Algunas de esas lesiones ocurren cuando los chicos practican en casa o sin supervisión del entrenador. Sabemos que cuando lo hacen en el hogar no cuentan con las colchonetas ni el espacio necesarios."
Para el presidente de USA Gymnastics, la agencia gubernamental que regula la práctica del deporte, el estudio no refleja con precisión lo que ocurre cuando se practica gimnasia deportiva en un entorno organizado, ya que incluye lesiones ocurridas en las escuelas y accidentes acaecidos en el patio trasero de la casa. "La mayoría de las personas ven la gimnasia deportiva como un deporte muy saludable para las chicas", dijo Steve Penny.
En el California Sports Center, en San José, las inscripciones aumentaron en agosto un 33 por ciento. Su dueño, Dave Peterson, recomendó que los padres busquen programas que ayuden a sus hijos a desarrollar habilidades para competir hasta llegar a la universidad, si así lo desean. Cuando adquieren un nivel competitivo, agregó, deberían entrenar dos o tres horas tres veces por semana. Con el tiempo, la práctica aumentará a unas 21 horas semanales.
Ante la falta de datos sólidos sobre la mejor edad para iniciar la práctica deportiva de competencia, la solución es alentar a los jóvenes a probar más de un deporte. Un estudio publicado en Pediatrics en 2007 mostró que los chicos que hacían varios deportes sufrían menos lesiones y prolongaban la práctica deportiva más que los que hacían un solo deporte desde antes de la pubertad. Para quienes quieren especializarse en un deporte, los médicos recomiendan interrumpir la práctica 1 o 2 veces por semana, o cada 2 o 3 meses para hacer otra actividad y entrenar otros grupos musculares.