Por Oscar Pinco Buenos Aires, 23 de marzo (Télam ) El periodismo deportivo siempre ha sido etiquetado como un género menor, vilipendiado, banalizado y hasta en muchos casos tratado de vulgar. Nada más alejado de la realidad.Cuando se acerca esta fecha, se pone en marcha el proceso de la Memoria para recordar los tristes años de plomo que vivió nuestro país en esas duras épocas de la dictadura militar, con el firme propósito de “Nunca Más” permitir que ningún trasnochado tome el poder sin el aval democrático.Todos los estamentos de la sociedad de entonces han sido alcanzados por esa dura represión, y cuando decimos todos, incluimos a los deportistas que también sufrieron los vejámenes del aparato represivo.Pero para que la sociedad argentina e internacional haya tomado conocimiento de la tragedia vivida por estos deportistas, fue necesario el compromiso de periodistas especializados que a través de sus investigaciones, sacaron a la luz estos casos.Distinto es el caso de los “periodistas deportivos” de hace tres décadas, con José María Muñoz a la cabeza, partícipes necesarios en tapar las atrocidades que estaban ocurriendo en nuestro país, con la cortina de humo que les daba el deporte, con el Mundial `78 como prototipo, cuando se inoculaban virus de pensamiento como “El silencio es salud”; o “Los argentinos somos derechos y humanos”.El escritor uruguayo Eduardo Galeano, que en estos días ha sido reconocido en Mendoza por la Universidad Nacional de Cuyo como Doctor Honoris Causa, dijo alguna vez: “La cultura del desvínculo nos prohíbe armar el rompecabezas”. Es por eso que, en pos de intentar armar ese rompecabezas, queremos asociar, vincular e incluir al deporte como otro de los eslabones de nuestra sociedad que fue tan bastardeada en esa época tan lamentable.En ese sentido, esta semana la Cámara de Diputados de la Nación aprobó con media sanción la Ley por la que se crea el Día Nacional del Profesor de Tenis, en homenaje a Daniel Schapira, el único hombre del tenis desaparecido durante la dictadura.La medida, presentada por el diputado nacional Ariel Basteiro, se sostuvo en una idea de este periodista, de quien se aportó una nota periodística publicada hace diez años entre los fundamentos y considerandos del proyecto.“Es un reconocimiento al compromiso y a los ideales de muchos deportistas", dijo en relación a la norma el secretario de Deporte de la Nación, Claudio Morresi, a través de la página oficial de la Secretaría.El propio Guillermo Vilas apuntó a través del mismo medio: “Me parece una idea genial, con esta iniciativa se reconoce a todos los profesores, y ellos son la base del tenis en el mundo. Mi primer profesor de tenis fue Felipe Locícero, él me cambió la vida. Todos los profes pueden dejar cosas que son significativas en la educación de un chico".Un ejercicio como el de la memoria debe ser constante, cotidiano, punzante e incisivo, porque es sólo de esta manera como se puede derrotar al olvido, y para ello toda acción, hasta la más mínima, cuenta, y todo aporte es válido.El análisis de la memoria social puede actuar como disparador, ya sea como marco de interpretación, como fenómeno social o como herramienta metodológica para abordar otros objetos y procesos.Los pueblos que olvidan y no conocen su historia están condenados a repetir los errores del pasado. Olvidar es hacer morir nuevamente a las víctimas. En ese sentido, la memoria colectiva se convierte en garante del patrimonio heredado.
Fuente: Telam
