jueves, 3 de julio de 2008

LA TEORIA DE LA VICTORIA Y LA DERROTA


El equilibrio, es fundamental para el judoka y de gran importancia. En reconocimiento a esta relación del Yin y el Yang, el gran maestro de judo y aikido Kenji Tomiki escribió una vez: "para esclarecer la teoría de la victoria, uno debe al mismo tiempo conocer del judo su carácter y por consiguiente su nombre".
Kano, fue habitualmente preguntado por los occidentales como, el proyectar a un oponente hacia el suelo podía ser considerado "un arte gentil". Él elaboró la respuesta en la mala interpretación del carácter Kanji "para gentil": "¿qué significa en realidad esta gentileza o acción de ceder? Para responder esta cuestión supongamos que la fuerza de un hombre que permanece enfrente de mí viene representada por diez unidades, cualquiera que sea mi fuerza, mucho menor que la suya es representada por siete unidades".
"Ahora, si el me empuja con toda su fuerza seguramente yo seré enviado hacia atrás, incluso aunque utilice toda mi fuerza en contra suya. Esto podría ocurrir debido a que yo utilizo toda mi fuerza contra él, oponiendo fuerza contra fuerza. Pero si en lugar de oponerme con fuerza lo que efectúo es ceder a su fuerza con un giro de mi cuerpo y al mismo tiempo cuidando de mi equilibrio, él caerá hacia adelante con naturalidad, y por consiguiente perderá su equilibrio".
"En esta nueva posición, llegará a encontrarse en desventaja hasta el punto que su cantidad de fuerza sea representada por tan solo tres unidades en lugar de las diez que poseía en un principio. Mientras tanto, si yo mantengo mi equilibrio y mantengo toda mi fuerza seguiré conservando las siete unidades que tenía al principio. En este momento, estoy en una posición superior y puedo derrotar a mi oponente utilizando la mitad de mi fuerza, que es la mitad de esas siete unidades, es decir, tres unidades y media contra tan solo tres. Esto deja aún la mitad de una unidad de mi fuerza utilizable para cualquier otro propósito. Ahora, si mi fuerza es mucho mayor que la de mi oponente, seguramente podría empujarle hacia atrás. Pero incluso si deseara empujarle hacia atrás y tuviera fuerza para hacerlo, sería mejor que cediera en un principio, pues haciendo esto, habré ahorrado parte de mi energía y cansado a mi oponente. Esto es un simple ejemplo de como cediendo un luchador puede derrotar a su oponente y, existen muchos ejemplos en Judo en donde este principio es aplicado. Por consiguiente el nombre del Judo ("gentil") da un sentido global al arte".
No importa cuan grande sea un peso y lo bien equilibrado que esté, que una pequeña cantidad de peso añadido bien a un lado o bien al otro, causará el desequilibrio. El cuerpo humano está equilibrado de forma similar en las dos piernas, y la adición de un peso o presión desequilibrará al cuerpo en dirección a la fuerza. Si nos estamos inclinando hacia la izquierda y somos empujados en esa dirección de seguro para colocar otra vez el centro de gravedad entre nuestras piernas. Si somos impedidos de mover ese pie izquierdo caeremos. Este hecho tan simple, es el secreto en el que se basa el judo.
Cuando damos un paso hacia delante estamos perdiendo el equilibrio de forma continua hasta que lo recuperamos con el paso siguiente. El andar, es de alguna manera una caída controlada. La parte superior
del cuerpo se inclina hacia delante y empieza a tirar de la estructura completa hacia el frente y abajo. Para compensar, la pierna de atrás no fuera desplazada hacia delante, no podríamos recuperar nuestro equilibrio y por consiguiente nos caeríamos. Lo mismo puede ocurrir pero con una considerable fuerza mayor, si somos tirados hacia delante y se nos impide dar el paso hacia delante para contrarrestar el efecto de la gravedad. Es un punto importante el hecho de que una persona fuera de equilibrio no puede utilizar su fuerza de forma efectiva. Si nos apoyamos tan solo sobre nuestros talones, podremos ver que cualquier intento de ir hacia delante es imposible.
Kuzushi, Tsukuri y Kake son las tres partes de una exitosa proyección de Judo. Kuzushi significa romper la postura o el equilibrio del oponente, Tsukuri, es el movimiento preparatorio para la proyección y Kake es la combinación de los elementos para la proyección real. Si el Kuzushi es bueno y el Tsukuri y el Kake malos, la proyección tal vez tenga éxito debido al ímpetu de un poderoso Kuzushi. Pero raramente una proyección tendrá éxito si el Kuzushi es débil. Si las tres fases son poderosas, la proyección será ejecutada perfectamente y con un impulso y ritmo irresistible. Durante la ejecución de la proyección los componentes individuales pueden ser mezclados o incluso alterados pero permanecen siempre como tres entidades separadas.
Obviamente un hombre de la inteligencia de Kano no podría haber olvidado algo tan crucial como el aprendizaje para desequilibrar a tu oponente. Él, por tanto adoptó el Happo-no-kuzushi o las 8 direcciones del desequilibrio como la guía más práctica de enseñanza.
Una vez que estos patrones de movimiento han sido asimilados es un asunto simple el aprender en que situación aplicarán los tipos de Kuzushi. Si un oponente permanece erecto puede ser comparado a un palo de madera clavado en el suelo. Si el oponente no está emitiendo ningún tipo de fuerza hacia delante o atrás, la fuerza de un solo dedo será suficiente para hacerle ir hacia delante si le empujamos desde la espalda o hacia atrás si le empujamos desde el frente. Si cuando el se echa hacia delante intenta obtener de nuevo su equilibrio, traeremos nuestras caderas enfrente de él y presionaremos su brazo alrededor de su espalda, haciendo que la totalidad de su cuerpo sea empujado contra nuestras caderas de forma tal que esto hará las funciones de palanca para desequilibrar la mitad de su cuerpo hacia cada lado.
Posteriormente tan solo necesita un pequeño giro de las caderas para proyectarle, incluso aunque sea muchísimo más grande.
Si nuestro ponente se mueve hacia delante el principio permanece igual. Cuando el de un paso hacia delante con su pie derecho barramos con nuestro pie izquierdo contra el talón de su pie adelantado exactamente debajo del tendón de Aquiles, en el momento en que su peso se está deslizando hacia su pierna frontal pero antes de que su pie haya tocado el suelo. Esta es el primer ejemplo del uso más eficiente de la energía, porque con tan solo una pequeña cantidad de fuerza de nuestra parte podremos proyectar a alguien mucho más grande y mucho más fuerte que nosotros.
Si nos encontramos con un oponente mucho más agresivo, uno que esté avanzado e intentando empujarnos, el concepto de "ceder" es el método a seguir. Cuando él se inclina hacia delante para empujarnos tiremos de él, agarrando la parte superior de su manga con nuestra mano paralela. Al mismo tiempo y sujetando su hombro con nuestra mano libre podemos doblar rápidamente hacia delante. Hecho correctamente, el cuerpo del oponente debe ser lanzado por encima de nuestra cabeza al tatami. Cada proyección de Judo empieza con un Kuzushi.
Un estudiante no puede progresar en sus habilidades a menos que haya comprendido el principio del desequilibrio. Este habla mucho de la genialidad de Jigoro Kano, al haber desarrollado y organizado lo que para el experto es obvio e importante pero, que para el principiante es a menudo un punto difícil de entender, que les descorazona en el estudio de su arte. Kano obviamente no vio el Judo tan solo como un deporte, sino como una metamorfosis para la vida, una guía y un arma para una vida más moral y con mayor significado.
Su consejo muy popular cuando fue preguntado al respecto del éxito en la aplicación práctica de las técnicas de Judo fue; "Nunca te saltes un día de práctica", y en algún sentido ese es el secreto para obtener el éxito en todas las facetas de la vida. Parafraseando podría ser: "Nunca pierdas una oportunidad de mejorar tú mismo": Happo-no-kuzushi, unas de las ayudas al entrenamiento de Jigoro Kano, es mucho más que este consejo, es una verdad obvia que por algún motivo se nos ha escapado a la mayoría de nosotros.
Autor: Mark S. Barlow
Publicado: Sensei